Mi peque tiene mamitis

“Mamitis”, término asociado a un pequeño considerado mimado, consentidos y poco capaces de incluso valerse por su mismos. Y luego llegan los comentarios: “no le hagas caso cuando llore”, “sal mas y déjalo para que aprenda a estar sin ti” o incluso “ignóralo cuando te llame”… ¡¿QUÉ?!

Tratan la mamitis como un problema cuando en realidad no lo es (a menos que tenga 6 años o más, en ese caso quizás buscar soporte profesional sería lo más adecuado). No sólo no es un problema, sino que además es LO NORMAL, y más aún, es LO DESEABLE. ¿¡PERO CÓMO?!

Lo deseable es que todo niño tenga un vínculo sólido con su mamá, o con el padre, o con quien sea la persona que lo haya cuidado por más tiempo. El 93% de las ocasiones es la madre, por eso se habla de “mamitis”. Es recoooontra importante esta relación de apego a un adulto, ya que es justamente la dependencia lo que le ayudará a ser más independiente.

¿Cómo ser dependiente le ayuda a ser independiente?

Para ser independiente, primero hay que ser dependiente.

Los niños pequeños son como esponjitas que absorben todo, justamente para que puedan adaptarse al mundo en el que viven, y es mucho mejor que puedan aprender de alguien que le enseñe, que en la soledad de la exploración. Y a pesar de la ayuda esto puede ser cuestión de meses o incluso años. Por eso necesitan a la persona en quien más confían para que le de la seguridad necesaria y que así pueda afrontar los aprendizajes desde la confianza, en lugar de hacerlo desde el miedo y la inseguridad. Así, puede aprender a ser poco a poco más independiente, desde la dependencia.

Si un bebé o niño no quisiera estar con su madre o su padre todo el día, ¡qué poco aprendería de ellos! (y qué difícil tendría la adaptación a la sociedad, porque en realidad aprendería muy pocas cosas). Y es que por más que mucha gente espera que los niños jueguen solos (incluso se le dice a los padres que tienen que acostumbrar a sus hijos a jugar solos, porque si no los necesitará siempre), es todo lo contrario: lo esperable y lo ideal es que no quieran jugar solos.

El apego seguro es eso, una relación sólida con su madre o cuidador principal, el crecer en un ambiente amoroso y confortableen el que atienden sus necesidades en el primer llamado. El resultado será un niño que poco a poco será más independiente pero que busca a su mamá en situaciones que no comprende, o con mucho ruido, o mucha gente, o que le asusta o causa un sentimiento de inseguridad, es normal.

En cambio, si la respuesta de su cuidador principal (normalmente la madre) no es adecuada: a veces responde a las demandas, a veces lo deja llorar, a veces lo atiende pero sin dar muestras de afecto, a veces simplemente no está… el bebé puede perder el control de la situación y no llegar a crear un vínculo adecuado con la madre, por no saber bien cómo conseguir lo que necesita, que ella esté por él (repito que digo madre por ser la que se convierte con mayor frecuencia en la referente principal del bebé), y puede empezar a mostrar rasgos de una relación de apego inseguro. Como consecuencia, el niño dependerá de su mamá hasta en situaciones muy cotidianas incluso en casa, sin sentirse capaz de jugar y explorar sin separarse. Esto es porque la madre o cuidador no ha sabido responder a sus necesidades (“como no sé si mi mamá me va a ayudar en caso de tener problemas, prefiero no intentarlo”), y terminará por hacerse más dependiente.

IMPORTANTE

No debe confundirse la Crisis por Separación con los síntomas de apego inseguro. La Crisis por Separación se da aprox. hasta los 2 años de edad ya que el pequeño recién se da cuenta de que él/ella y su mamá son dos seres distintos e independientes el uno del otro, y además, no tienen adquirido el concepto de espacio y tiempo. Es por esto que al perderla de vista piensan que desapareció, entran en una crisis instantánea y explotan en llanto. Los síntomas por apego inseguro van mas allá, incluso con niños ya más grandecitos.

Una “mamitis» causada por apego inseguro es una mamitis que tiene que solucionarse, y no como todo el mundo espera: «Déjalo solo para que vaya aprendiendo a necesitarte menos»; sino todo lo contrario: «Intenta pasar más tiempo con él y responder a sus demandas de afecto y de cariño, para que te necesite cada vez menos».

En resumen: La «mamitis» no es algo malo, y si para alguien es un problema, la solución está clara: aumentar la dosis de mamá, para que se haga cada vez más autónomo e independiente.

Emi tiene 13 meses y ahorita está con todo este tema de la mamitis, pero de la buena, causada por un apego seguro + la crisis de separación. En situaciones cotidianas y en las que se siente segura explora feliz y libre, se fuga riéndose, pero cuando hay un ruido fuerte, mucha gente en especial que no conoce, es un lugar desconocido o algo la hace sentir insegura, se aferra a mi, y es LO NORMAL, y es BUENO.

Si estás pasando por algo parecido, como siempre digo, mucha paciencia, amor e información. Son etapas que pasan, vívelas al máximo y disfruta tener a tu peque pegadito a ti, que cuando crezca lo vas a extrañar un montón.

Deja un comentario

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar